La noche del Luna Park, húmeda por demás, los recibía para su segunda vez en la Argentina pero, a diferencia de la presentación de dos años atrás en River, junto a Ozzy Osbourne, esta fue la noche ideal, con la posibilidad de mostrarse en toda su dimensión, sin apuros por dejarle el escenario a otro grupo, y con la chance de ofrecer un set variado y representativo de todas sus épocas. Para que todos quedaran conformes, Korn recorrió toda su discografía y no faltó ningún hit, salvo A.D.I.D.A.S. y No place to hide, de su segundo disco Life is peachy.
Cerca de las nueve y media de la noche, se apagaron las luces para que sonara For you, y luego arrancar con Dead Bodies Everywhere, de Follow the leader.
La multitud que completó el estadio comenzó a saltar y a hacer temblar los cimientos. Con sólo un par de acordes, los californianos ya se habían metido en el bolsillo a su público, mix de treintañeros y adolescentes.
Did my time, Throw me away, Faget, Falling away from me, Freak on a leash y Blind, acaso el primer gran hit de la banda, fueron los momentos calientes del show dominguero-
El final, como no podía ser de otra manera, fue con Got the life, como para afirmar que Korn, a pesar de las bajas en la formación original y de no ser más una banda de moda, todavía puede dar que hablar y demostrar por qué es lo más original del 2000 a esta parte.
lunes, 19 de abril de 2010
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